UNA PROPUESTA DE TRABAJO CONTRA LA REPRESIÓN:
CAMPAÑA DE DENUNCIA POLÍTICA Y DE MOVILIZACIÓN CONTRA DEL ARTÍCULO 270.

Lo que sigue es el resultado de la confrontación entre algunos/as compañeros/as de Emilia-Romagna, Toscana y Lazio (diferentes regiones italianas, ndt) sobre la necesidad de desarrollar una respuesta incisiva a los continuos ataques represivos para superar aquellos obstáculos que hasta hoy han impedido el desarrollo de una iniciativa concreta. De echo la cuestión represiva contra militantes del movimiento revolucionario y antagonista desde mucho tiempo está al centro del debate entre muchos/as compañeros/as en toda Italia. No sólo: este debate está empeñando transversalmente las diferentes realidades organizadas, las diferentes organizaciones, los diferentes grupos, y también los diferentes sujetos del movimiento de clase. Esto porqué al fin es evidente a todos que la represión ya no puede ser enfrentada como un contratiempo que hay que acusar cada vez que te afecta, directamente o indirectamente, a través de los instrumentos de la oposición y de crítica radical del presente estado de cosas.
En el ámbito nacional e internacional, la "lucha contra el terrorismo" es el caballo de batalla del imperialismo para obstacular la lucha de clase y su desarrollo; una política, en consecuencia a la crisis general del sistema capitalista, que obliga a todo el mundo a alinearse o con los pueblos oprimidos y las clases explotadas o con quien oprime, explota, masacra, destruye, empobrece. En cada país la burguesía imperialista tiene a través del Estado el monopolio de la violencia, para mantener invariado su papel de clase dominante.
La represión representa, entonces, el instrumento principal de la acción del Estado para contrastar la lucha de clase. Por eso, el Estado utiliza sus artefactos y sus herramientas (Ejercito, fuerza de policia, servicios secretos, poder judicial, medios de comunicación) para provocar detenciones, registros, controles, seguimientos, fichajes, años de carcel, torturas, etc..
Los últimos años, sobre todo los últimos meses, han sido caracterizados por una constante iniciativa por parte de las diferentes fiscalías y de los aparados de control, a la que el movimiento en su conjunto a menudo, no ha sido capaz de responder adecuadamente. Hemos asistidos también a intentos de enfrentar el problema de manera más estructural, más orgánica, intendendo ir más allá de la defensa de ataques específicos; hemos convocados asembleas y encuentros nacionales, a veces con mucha participación, donde se han espresado diferentes puntos de vista, más o menos completos. Lo que no se ha podido hacer ha sido superar las enunciaciones teóricas e ideológicas y construir caminos concretos de iniciativa común entre diferentes identitades políticas y de alcance nacional.
A lo mejor la primera cita, el primer encuentro llamaba al segundo que no lograba resultados y no incluya nada más que el estrecho grupo que lo había suportado directamente.
Mientras tantos, los resultados de la iniciativa represiva se hacen cada vez más incisivos. No sólo por los daños directos que registros, secuestros, denunciaciones, etc, causan a los/as compañeros/as afectados sobre todo por el pesado clima de intimidación y de sospecho que estas acciones provocan en el cuerpo menos militante, en las areas que son nuestro primer referente en las iniciativas políticas que desarrollamos, en los sectores donde la hipótesis de "Asociación subversiva" evoca quien sabe cual miedo.
En las numerosas indagaciones de los últimos años uno de los instrumentos principales en las manos del Estado para golpear, dividir, aislar los revolucionarios y las vanguardias de calse han sido los crimenes asociativos.
El 270 del Código Penal (Asociación Subversiva) fundamento del "Código Rocco" de los Veinte años del fascismo, vigente desde el 1° de julio de 1931, con el que el régimen acusaba a comunistas, anarquistas, socialistas y masimalistas.
El 270 bis (Asociación con el fin del terrorismo, también internacional o de subversión del orden democrático) vigente desde el 6 de febrero de 1980, es del régimen DC en fase llamada de "unidad nacional" para enfrentar a lo que las fuerzas institucionales han siempre definido "terrorismo": organizaciones armadas, revolucionarios, movimientos de masa y sectores de vanguardias.
El régimen de los años Setenta no consideró bastante el 270 que castigaba "asociaciones creadas para establecer con la violencia la dictadura de una clase social sobre las demás" con el carcel de 5 a 12 años; entonces, incluyó en el C. Penal el 270 bis que castigaba "asociaciones que quieren el cumplimento de actos violentos con el fin del terrorismo o subversión del ordenamiento democrático" con carcel de 7 a 15 años, introduciendo así el aspecho perventivo.
21 años después, y despuès de los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, que aceleran el proceso represivo ya empezado a nivel internacional contra los movimientos revolucionarios y de liberación, las leyes burguesas veen más allá del 270 ter en Italia, las "listas negras", el orden de detención europeo y las rogatorias intrenacionales. En efecto con el 270 ter se puede punir no sólo a "quien promueve, construye, organiza, lidera o financia asociaciones" sino también "quien ofrece amparo o da comida, hospidalidad, transporte, medios de comunicación, a cualquiera de las personas que toman parte a las asociaciones inidcadas en los artt. 270 y 270 bis".
Todo eso para descreditar, difamar y atacar la solidaridad intrenacional en la lógica de la "lucha contra el terrorismo". Además los artt. 304 "Conspiración política a través de acuerdo", 305 "Consp. pol. a trevés de asociación", 306 "Grupo armado, formación y partecipación", 307 "Asistencia a los partecipantes de conspiración o grupo armado", dan al Esatdo la posibilidad de acusar y punir con la carcel de 5 a 12 años (art. 305) y de 5 a 15 (art. 306) por la acusación de simple partecipación a una area política; y han sido durante los años el instrumento principal en las manos de la clase dominante para detener en carcel compañeros/as sin ninguna prueba específica. La intevención represiva así no sólo se desarrolla con exacerbación de las leyes, no últimos los artt. 40 y 41 bis de la Ordinancia Penitenciaria y las ley "Bossi-Fini" contra los inmigrantes (por ejemplo), sino también intensifica la "guerra sucia" como acción de prevención que hoy utiliza como promotores principales los medios de comunicación burgueses.
En esta fase es claro que la acción de represión, control y prevención por parte del Estado tiene como objectivo principal, además del ataque a las organizaciones combatentes y al aislamiento total de los presos políticos, dividir, aislar, difamar, diferenciar y desolidarizar el movimiento de clase y revolucionario. Hay que romper este mecanismo!
Nosotros, como parte de ese movimineto, tenemos la tarea de unir con la solidaridad y la lucha lo que el Estado intenta dividir con la represión.
Solidaridad entendida como solidaridad de clase, que es independiente de las elecciones ideológicas, políticas y organizativas pero dependiente de la partenencia a la clase; solidaridad de clase como arma fundamental para obstacular las varias formas de cualquier ataque represivo.
Sin el problema de ser más o menos Buenos, más o menos reconocidos, más o menos ábiles. Nosotros creemos que se tiene que dar la vuelta a la concepción y al método. Nuestra propuesta empieza de algunos puntos básicos a través de los cuales desarrollar un trabajo unitario de agitación, que al principio puede parecer politicamente "atrasado", pero que pueda desarrollar un camino concreto.
Cuidado: atrasado, no ambiguo o, peor, oportunista. No podemos seguir trabajando dejando iniciativa sólo a la otra parte.
Una experiencia que alguien de nosotros tiene como ejemplo es la Campaña para un preso político, Mumia Abu Jamal, condenado a muerte en los EEUU.
Esa campaña, promovida por parte de algunos presos políticos italianos, se desarrolló de manera unitaria, entre partes muy diferentes del movimiento, empezado de puntos comunes y desarrollando una acción de sensibilización desde el bajo, que sin previsiones conjuntó areas y sensibilidades muy varias. El mecanismo fue bastante sencillo: elegidas las palabras clave, el trabajo se organizaba en los diferentes territorios, en varios comités locales de solidaridad, y el coordenamiento nacional fue el sitio donde se decidía el desarrollo de la Campaña. El plan local se valoraba en el plan nacional (y también internacional, en ese caso) de la Campaña; la cual crecía porque en esa trabajaban no sólo grupos y organizaciones políticos, sino también comités y colectivos reales que producían iniciativas concretas en el territorio.
Esa nos parece un camino posible y necesario que practicar. Si desarrollamos un camino que "rompa" el mecanismo de los intergrupos políticos, que a menudo acaba en un debate ideológico, donde el único adelanto posible son aliadas políticas entre trozos diferentes del movimiento, podemos lograr resultados importantes .
También porqué el problema de la represión es objectivamente demasiado actual!
Nuestra propuesta es trabajar para una "Campaña de denuncia política y de movilización contra del art. 270". Hemos pensado, en primer lugar, al 270 porque ha sido el instrumento principal utilizado durante estos años contra cualquiera estructura del movimiento de clase (y su importancia se vee en su desarrollo); en segundo lugar, porque se utiliza más para justificar cualquiera acción represiva a los ojos de los medios de comunicación y de la sociedad civil; en tercer lugar por el uso claramente político de leyes del régimen fascista.
Claro que, sin empobrecer los contenidos y intentando que el debate y la iniciativa no se queden entre ellos que la han construida, es necesario que este trabajo no sea lejos de las diferentes realidades de clase, trabajadores, estudiantes, jovenes, proletarios de los barrios, así que se pueda concretar una movilización que se oponga al objectivo del Estado de aislar, dividir, difamar...
Queremos que la propuesta se mueva de manera absolutamente transversal a las diferentes areas políticas, no quieremos la partecipación de grupos sino la responsabilidad individual de los/as compañeros/as en un "comité promotor".
Esto porque no se repitan, antes o después, problemas ya dichos y que ahora no se pueden evitar trabajando entre grupos políticos.
Un comité promotor tiene que:
1) llamar una Asemblea Nacional para esplicar y empezar la verdadera Camp.
2) preparar material que todos puedan utilizar (un cartel, una exposición, un dossier, etc...)
3) trabajar a un mapa completo y costante de las acciones represivas en todo el país (el passaje a una dimension europea depiende solo del tiempo y de la calidad de nuestro trabajo) así de tener no sólo un instrumento de formación, sino también de ayuda a la acción política y legal de cada realidad afectada por la represión.
El apoyo solicitado, demas del compromiso subjetivo, deberà concretizarse en el desallollolo en el territorio de comités ciudadanos, que hagan trabajo de agitación y propaganda, conferencias de prensa, carteles, intervenciones en debates públicos, y asambleas, en las ciudades y en cada lugar posible.
En aquel momento el Comité Promotor tendrá que transformarse en Coordenamiento Nacional, que materialmente coordine los comitès y lleve la Campaña a nivel nacional.
El objectivo que nos ponemos es, primero, desarrollar un trabajo de agitación y propaganda, luego promover un centro de coordenamiento entre fuerzas revolucionarias capaz de organizar y movilizar movimientos, compañeros/as contra de la represión y la contrarevolución preventiva.
Puede ser que eso parezca un poquito esquemático y dificil o también utópico, sino nosotros somos ciertos que hay mucho trabajo posible sobre el tema de la represión y esto nos lleva a seguir este camino.
Si sabemos que una real oposición se puede construir desarrollando experiencias de re-constitución social y política que puedan construir fuerzas reales, creemos que sea indispensable ententar poner un bloque en los mecanismos represivos que tantos daños hacen a los esfuerzos de muchos/as compañeros/as en toda Italia.

Comité promotor contra el 270 y los crimenes asociativos

Italia, Decembre 2004

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