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Desde hace unos años, viene cristalizándose
este movimiento, tomando fuerza y cohesión en diferentes batallas. La Guerra
del Agua en Cochabamba en el 2000 en la que fue expulsada la transnacional
Aguas de Tunari, y donde quedaría fijada la dirección a seguir: la lucha por
la recuperación de los recursos naturales y la soberanía.
En el 2003 vendría la
Guerra del Gas, oponiéndose al proyecto de exportar gas boliviano por Chile
hacia los Estados Unidos de Norteamérica y México, que terminaría con un
capítulo en la historia política y social del país, y con la huida del Goni
ex-presidente hacia su tierra de asilo, Miami. Un nuevo tiempo, que se
abriría como una esperanza para todos los bolivianos.
La resistencia en
Bolivia en contra de los conquistadores y más tarde en las luchas sociales
de mineros y campesinos por la tierra, no son nuevas, Bartolina Sisa, Tupac
Katari, Zárate Wilka, por nombrar los más conocidos, son referentes de estas
batallas.
En el mundo andino la
práctica comunitaria “Ayllu” está profundamente enraizada, el poder
político no es piramidal, va de abajo para arriba. Trabajo y movilizaciones
se emprenden colectivamente, esto explica en parte el resultado de estas
últimas elecciones.
En los 80, con la
relocalización de mineros y campesinos, el campo llega a la ciudad, en
particular a El Alto, ciudad aledaña a La Paz, que jugó un papel decisivo en
la guerra del gas. Con más de un millón de habitantes, donde más del 60% son
menores de 25 años, 70% de los cuales se definen indígena. Así la ciudad
llega al campo y el campo a la ciudad, el altiplano al trópico en las
migraciones en busca de nuevas tierras más fértiles y mejores condiciones de
vida, y así, los habitantes del altiplano colonizan el Trópico, donde en los
90 nacería el I.P.S.P (Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos)
en defensa de sus cultivos de coca y sus tierras. Luego se llamaría M.A.S
(Movimiento Al Socialismo) y en esta unidad campo-ciudad, se iría
construyendo y articulando una revolución democrática e incluyente.
En un país con la
segunda reserva de gas de América del Sur después de Venezuela, el 64% de
sus habitantes tiene un ingreso menor a 2 dólares por día, y de este 64% el
48% tiene un ingreso menor a 1dólar por día.
En este encuentro entre
los bolivianos para combatir esta pobreza secular y un modelo económico
colonial extractivo, se suman todas las voluntades, y así por primera vez en
su historia, un indio elige a un indio como presidente.
Ir entonces a parar el
viento sobre la cordillera.
Clara Sarraute Yamada y
Argeo Ameztoy
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