"Si la gente no obedece, el sistema se colapsa"

Por Carlos Fazio, La jornada. México, 26 de enero.

 

GUADALAJARA- El presidente de Estados Unidos, George Bush, "aprueba" los planes económicos de su homólogo mexicano, Vicente Fox, porque priorizan la transferencia del poder a manos privadas, aseveró aquí Noam Chomsky, para quien el establecimiento de una "democracia real" en México entrañaría un "peligro" para los intereses corporativos estadunidenses.

Lingüista y humanista radical cuya crítica desenmascaradora del capitalismo y el imperialismo de nuestros días le ha valido el "ninguneo" de los intelectuales áulicos y las elites de poder, Chomsky logró que se abarrotara el auditorio Silvano Barba, del Centro de Ciencias Sociales de la Universidad de Guadalajara.

Irónico, a veces mordaz, dijo que "los maestros del Universo" que están reunidos en Davos, Suiza, "tienen miedo", porque el poder que concentran es ahora "muy frágil y se les puede ir de las manos". "Por eso ?agregó con humor? planean hacer su próxima reunión en la isla de Quatar, en el Golfo Pérsico, para que nadie vaya".


La marcha zapatista, resistencia contra el neoliberalismo

Habló también de la "existencia estimulante" del movimiento zapatista en México, que ha servido de "inspiración" para las luchas sociales de otros países.

Chomsky inscribió la próxima marcha de la comandancia del EZLN al Distrito Federal como parte de una lucha de resistencia contra los programas neoliberales y por derechos comunitarios. Dijo que, como antes la Guatemala de Jacobo Arbenz con su reforma agraria y después Vietnam, "la amenaza cubana" y la Nicaragua sandinista, los zapatistas constituyen hoy un "virus" para el imperio, al que hay que aislar para "evitar el contagio". "Son peligrosos para el sistema".

Invitado por la Cátedra Julio Cortázar, y fiel a su práctica de no hablar "al" auditorio sino "con él", Chomsky (Filadelfia, 1928) abordó el tema de las relaciones entre Estados Unidos y América Latina en el contexto de la llamada globalización, proceso que él prefiere definir como un "retorno del capitalismo predatorio" o "rollback" (reversión). Publicista prolífico, cronista y conciencia crítica de toda una época caracterizada por la pérdida de los valores éticos y morales, el profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts fustigó a los "intelectuales responsables" que cumplen la tarea de manufacturar el sistema de creencias que legitima al poder institucional.

Ante un público formado en su mayoría por estudiosos de las ciencias sociales -muchos tal vez atraídos por la demoledora crítica chomskyana de esa disciplina, de la que dice que se ha vuelto una especie de tecnología de manipulación y control, que brinda cobertura ideológica a la acción coercitiva del poder-, el filósofo recordó que es un imperativo moral averiguar y hablarle la verdad a la gente lo mejor que uno pueda, acerca de las cosas que importan.

"Todo está ahí, a la vista, es necesario que la gente rompa el control que se impone desde el poder, pero hay que hacer el esfuerzo".

Armalíos incorregible, pero siempre argumentando la razón ilustrada y una voluntad ética a prueba de balas, Chomsky denunció la realización de "negociaciones secretas" en Washington entre funcionarios estadunidenses y los responsables del comercio y las finanzas de los países latinoamericanos, tendientes a diseñar las estrategias del Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA) a espaldas de la población.

Según Chomsky, el proyecto que pretende establecer un área de "libre comercio" de Alaska hasta la Patagonia, será anunciado en abril. Dijo que los medios de comunicación no hablan de eso porque "la gente no va a tolerarlo. Pero si el secreto se fuga, Washingon tendrá que dar marcha atrás".

Al abordar el tema de la privatización de la universidad, dijo que es parte de un proyecto continental que busca "minar" la enseñanza pública, "porque ahí la gente importa y eso no está bien. No interesa que a la gente le importen los otros, y por eso hay que destruirla, porque es un peligro. Hay que fomentar el individualismo y el consumo, no la solidaridad. Por eso se eliminan los sindicatos, la enseñanza pública y ahora "los maestros del Universo en Davos enseñan el dogma de moda: la ganancia personal y el no te involucres".

Según Chomsky, el poder está en manos de la gente si lo quiere usar. "Si la gente no obedece, el sistema colapsa. Es la historia de la humanidad. Por eso el poder busca controlar a la opinión pública por medio de la propaganda".

Fustigó el papel de las corporaciones, a las que suele describir como "tiranías privadas", y dijo que los países ricos tienen "una economía de cuento de hadas". A su juicio, la movilidad del capital ha creado un "parlamento virtual" que veta las medidas de los gobiernos y reduce la democracia. "Los derechos del capital tienen prioridad frente a los derechos de las personas".

Cuestionó también la "flexibilidad" para el mercado del trabajo, que ha significado la caída de los sueldos de los trabajadores y la pérdida de beneficios sociales, todo lo cual es "bueno" para los economistas de la globalización, disfrazada de "medidas técnicas".

Señaló que se dio a los empleadores el arma de eliminar los sindicatos y puso de ejemplo a México. "Se trata de políticas ilegales, pero eso no importa a quienes diseñan las medidas". Agregó que Estados Unidos impone a nuestros países medidas como la ventaja comparativa, que son parte de una "política esclavista".

En el fondo, y desde hace dos siglos, dijo, los que mandan en Washington consideran a los latinoamericanos "como niños a los que no se puede gobernar. Sólo los adultos comprenden que los grandes inversionistas deben ser los beneficiados".

 

Publicado en La Insignia - Enero 2001